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Rompe la maldición de la deshonra

La Altivez de Espíritu, La Estupidez Humana y La Ignorancia espiritual

La altivez de espíritu es el resultado de creer ser el centro de todo, de creer siempre tener la razón, de creer tener el derecho de pisotear, humillar y ofender a los demás sin que hayan mayores consecuencias. Lucas 18:9-14.

La estupidez humana conduce a creer que solo uno tiene la visión correcta, la última palabra, la opinión irrefutable, la voz de mando sobre los demás. Mateo 23:15-17.

La ignorancia espiritual te lleva a nunca reconocer, en ti mismo, las señales de que eres un ser altivo, estúpido e ignorante. Cuando todo esto se une entramos a experimentar y vivir en carne propia ser prisionero de la deshonra. Juan 3:10-12.

La deshonra, se produce si a un individuo se le falta el respeto o se le vulnera su integridad.

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1º Samuel 2:30, Miqueas 7:6, Malaquías 1:6, Jeremías 4:22.
La Altivez de Espíritu, La Estupidez Humana y La Ignorancia espiritual
  • La altivez de espíritu es el resultado de creer ser el centro de todo, de creer siempre tener la razón, de creer tener el derecho de pisotear, humillar y ofender a los demás sin que hayan mayores consecuencias. Lucas 18:9-14.
  • La estupidez humana conduce a creer que solo uno tiene la visión correcta, la última palabra, la opinión irrefutable, la voz de mando sobre los demás. Mateo 23:15-17.
  • La ignorancia espiritual te lleva a nunca reconocer, en ti mismo, las señales de que eres un ser altivo, estúpido e ignorante. Cuando todo esto se une entramos a experimentar y vivir en carne propia ser prisionero de la deshonra. Juan 3:10-12.
La deshonra, se produce si a un individuo se le falta el respeto o se le vulnera su integridad. 
La deshonra es un error mortal que comete una persona presa de la altivez de espíritu, la estupidez humana y la ignorancia espiritual, uno de los principios fundamentales en el Reino de Dios es la honra. Malaquías 1:6. La deshonra es la base para que el espíritu de destrucción se manifieste en esta generación en todas las áreas “Espiritual, emocional, física, sexual, económica”, cuando en una vida, en un hogar y en una familia ha entrado el irrespeto se abren puertas de maldición que las llevan a la destrucción total.
El pecado de los hijos de Elí. 1º Samuel 2:30
Debemos honrar a Dios con todo lo que tenemos y con todo lo que somos: 
  • Con todo lo que ÉL te ha dado: Malaquías 3:8, Proverbios 3:9-10: “Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto”.
  • Con el cuerpo.
  • Con el testimonio. Mateo 10:32-33 “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos”.
  • Con los dones y talentos. 1º Pedro 4:10 “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”.

El Espíritu de ABSALON: 2º Samuel 15:

La caída de David en el pecado de adulterio fue un hecho que afectó no solamente la vida de David, afectó a sus familia, a su descendencia y a toda Israel; cuando tu deshonras tu hogar, tu familia y tu descendencia ya bien sea con hechos o con actitudes o con palabras, afecta a la persona individual, a la familia y a la descendencia. 
En David, se observa las consecuencias de su pecado, su ejemplo afectó las relaciones y el comportamiento de sus hijos y de la nación y voy hablar del caso de Absalón, deshonró a su padre el rey David:
  1. Absalón siembra división en el pueblo de Israel, su ambición era la de llegar a tomar el trono de su propio padre. 
  2. Absalón buscaba satisfacer su egoísmo y exaltar sus propios intereses; su interés no era servir a Dios, ni servir al pueblo, sino a sí mismo de tal manera que desprestigia a su propio padre y planeó la traición a su propio padre David, ya que quiso usurpar el trono de su propio padre David.
  3. El Rey David toma la decisión de David de salir de Jerusalén y con esto evitó la destrucción de la ciudad, David evitaría una humillación en caso de ser derrotado y ganaría tiempo para ponerse en una mejor posición contra Absalón. Así salió David junto con su familia y sus servidores. 
  4. David subió el monte de los Olivos, iba llorando, con la cabeza cubierta y sus pies descalzos, salió en la condición de un esclavo o un prisionero. La angustia de David era inmensa, pensar que su propio hijo se rebelaba contra él. El episodio de la salida de David de Jerusalén, vestido como un esclavo, traicionado por su hijo y algunos de sus oficiales, e insultado por otros, es un cuadro muy vivo del sufrimiento de David. Salió en humillación, pero regresaría victorioso.
  5. Al final, Absalón murió como consecuencia de la deshonra.
Cuando deshonramos al prójimo se abren puertas a maldiciones en nuestras vidas, vivimos en unos tiempos en donde se perdió el respeto para con nuestros próximos; los hijos no respetan a los padres, los padres no respetan a los hijos, la esposa no respeta al esposo, el esposo no respeta a la esposa, y en este sentido podemos ver el ser humano necesita un cambio. Pero… como pretendemos que la sociedad cambie si la iglesia no cambia; debemos cambiar nosotros como iglesia para generar un cambio en la sociedad.
Cuando deshonramos entramos en terrenos de muerte, condenación y destrucción, ya que la deshonra lacera, hiere de muerte no solo las relaciones sino que trae consecuencias funestas de maldición e iniquidad; cuando un esposo(a) deshonra su relación conyugal, el resultado es separación, divorcio y destrucción, cuando un hijo deshonra a sus padres el resultado es que no le va a ir bien en esta vida y se acortan sus días sobre la tierra.
La honra es tan importante ante los ojos de Dios que es el único mandamiento con promesa “Honra a tu padre y a tu madre para que tus días sean alargados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da” (Éxodo 20:12, Éxodo 21:17, Deuteronomio 5:16, Efesios 6:2, Mateo 19:19). Cuando un padre es deshonrado entran espíritus de destrucción, decepción y desolación en el corazón, el cielo espiritual del hogar se torna oscuro y es invadido por el espíritu de muerte.