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La Tierra Gime

Estamos viviendo tiempos espirituales difíciles, tiempos de tribulación, queremos que muchas situaciones en nuestra vida, hogar y familia cambien radicalmente, queremos ser transformados en un abrir y cerrar de ojos, tenemos que comenzar a actuar, tomar decisiones y lo más importante crecer espiritualmente en Cristo Jesús; crecer significa entender los tiempos y los momentos que estamos viviendo, buscar causas, raíces y utilizar las herramientas que Cristo nos entregó para ejecutarlas en nuestra vida, casa, hogar y familia.

Es impresionante ver como personas, familias que creen en el Señor siguen batallando año tras año con toda clase de enfermedades, accidentes, alcoholismo, divorcios, pobreza, catástrofes en sus vidas, sus hogares y sus familias, y por más que se esfuerzan en oración, ayuno, ritos, obediencia a hombres, nada cambia ni mejora en sus vidas, el enemigo ha levantado un ataque frontal contra las familias de la tierra y los descendientes, pero hoy es el día en el cual nos levantamos en el nombre de Jesús.

Lo que estamos viviendo en nuestra vida, hogar, familia y descendencia es el resultado de la contaminación que hemos introducido en nuestra tierra y ésta es la raíz de todo lo que estamos viviendo hoy. Dios pretende rectificar y enderezar todo lo que está torcido y desordenado, Él siempre tiene un plan de redención, restauración y restitución; Cristo ha comprado nuestra completa redención a precio de sangre, Él fue llevado al madero y allí llevó nuestro pecado, nuestra maldad y nuestra iniquidad.

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Estamos viviendo tiempos espirituales difíciles, tiempos de tribulación, queremos que muchas situaciones en nuestra vida, hogar y familia cambien radicalmente, queremos ser transformados en un abrir y cerrar de ojos, tenemos que comenzar a actuar, tomar decisiones y lo más importante crecer espiritualmente en Cristo Jesús; crecer significa entender los tiempos y los momentos que estamos viviendo, buscar causas, raíces y utilizar las herramientas que Cristo nos entregó para ejecutarlas en nuestra vida, casa, hogar y familia.
Es impresionante ver como personas, familias que creen en el Señor siguen batallando año tras año con toda clase de enfermedades, accidentes, alcoholismo, divorcios, pobreza, catástrofes en sus vidas, sus hogares y sus familias, y por más que se esfuerzan en oración, ayuno, ritos, obediencia a hombres, nada cambia ni mejora en sus vidas, el enemigo ha levantado un ataque frontal contra las familias de la tierra y los descendientes, pero hoy es el día en el cual nos levantamos en el nombre de Jesús.
Lo que estamos viviendo en nuestra vida, hogar, familia y descendencia es el resultado de la contaminación que hemos introducido en nuestra tierra y ésta es la raíz de todo lo que estamos viviendo hoy. Dios pretende rectificar y enderezar todo lo que está torcido y desordenado, Él siempre tiene un plan de redención, restauración y restitución; Cristo ha comprado nuestra completa redención a precio de sangre, Él fue llevado al madero y allí llevó nuestro pecado, nuestra maldad y nuestra iniquidad.
Miremos en la Palabra como la tierra se contamina a causa de la inmundicia que el hombre introduce en ella, como Dios le habla a la tierra cuando la contaminamos y las consecuencias que trae una tierra contaminada:
  1. Génesis 3:17-18: “… Maldita será la tierra por tu causa…” y le manda a la tierra de Adán y Eva a producir “Espinos y cardos”. La tierra que Dios te ha dado cierra su boca para no dar provisión.
  2. Génesis 4:10: “… la voz de la sangre de tu hermano clama a mi desde la tierra…”. La tierra le habla a Dios.
  3. Génesis 4:11-14: “… maldito seas tu de la tierra…, cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza;… y seré errante y extranjero en la tierra”. Si tu contaminas tu tierra entonces la tierra te maldice, la tierra se coloca en contra nuestra, se convierte en nuestro enemigo y por esta razón andamos sin tierra, errantes, Dios te llamó a gobernar un territorio, pero ese territorio está contaminado y no podrás establecer el Reino de los Cielos en tu tierra porque tu tierra se convirtió en tu enemigo. Génesis 4:16: “… y habitó en tierra de Nod”. Nod, en hebreo, significa «vagabundo, exiliado o fugitivo”. Levítico 18:24-25: Toda nuestra tierra fue contaminada por las abominaciones y esto ha causado que nuestra tierra quede asolada, el pecado nos ha robado la paz, la sanidad, la prosperidad, las bendiciones.
  4. Génesis 6:6-7: “… Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado… “. Somos raídos de la tierra.
  5. Génesis 18:20-21:”… Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo…”.
Si anhelamos bendición debemos romper la maldición, por lo tanto:
  • Es el momento de hacer un alto en el camino y tomar acciones que nos lleven al arrepentimiento y la conversión. Hechos 3:19-21.
  • Para que venga la bendición es necesario romper la maldición, y esta se rompe en la cruz del calvario Gálatas 3:13: “Cristo nos redimió…”, nosotros hemos sido justificados por la fe en Cristo, por su obra redentora en el madero. Dios proveyó la cruz, no como un amuleto o un ritual, sino un instrumento para romper toda la maldición y estar en paz con el cielo y con la tierra.
  • El Señor ha prometido bendecirnos y restaurar vidas, hogares y descendencias. Malaquías 4:6, Joel 2:18-27. 
¿Que tenemos que hacer? Romanos 8:19-23: Hoy se levanta un pueblo, familias sacerdotales tal y como el Señor lo declaró desde el comienzo: Éxodo 19:6.
  1. 2 Crónicas 7:14.
  2. Reconocer y confesar: Daniel 9:16-19. 
  3. Arrepentimiento de padres a hijos, hijos a padres, y entre los cónyuges rompiendo palabras de maldición. Ministración de los padres a los hijos y del esposo a la esposa y la esposa al esposo.
  4. Números 6:22-27 – La bendición sacerdotal : “Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.”.
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La Tierra Gime

Estamos viviendo tiempos espirituales difíciles, tiempos de tribulación, queremos que muchas situaciones en nuestra vida, hogar y familia cambien radicalmente, queremos ser transformados en un abrir y cerrar de ojos, tenemos que comenzar a actuar, tomar decisiones y lo más importante crecer espiritualmente en Cristo Jesús; crecer significa entender los tiempos y los momentos que estamos viviendo, buscar causas, raíces y utilizar las herramientas que Cristo nos entregó para ejecutarlas en nuestra vida, casa, hogar y familia.

Es impresionante ver como personas, familias que creen en el Señor siguen batallando año tras año con toda clase de enfermedades, accidentes, alcoholismo, divorcios, pobreza, catástrofes en sus vidas, sus hogares y sus familias, y por más que se esfuerzan en oración, ayuno, ritos, obediencia a hombres, nada cambia ni mejora en sus vidas, el enemigo ha levantado un ataque frontal contra las familias de la tierra y los descendientes, pero hoy es el día en el cual nos levantamos en el nombre de Jesús.

Lo que estamos viviendo en nuestra vida, hogar, familia y descendencia es el resultado de la contaminación que hemos introducido en nuestra tierra y ésta es la raíz de todo lo que estamos viviendo hoy. Dios pretende rectificar y enderezar todo lo que está torcido y desordenado, Él siempre tiene un plan de redención, restauración y restitución; Cristo ha comprado nuestra completa redención a precio de sangre, Él fue llevado al madero y allí llevó nuestro pecado, nuestra maldad y nuestra iniquidad.

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Es impresionante ver como personas, familias que creen en el Señor siguen batallando año tras año con toda clase de enfermedades, accidentes, alcoholismo, divorcios, pobreza, catástrofes en sus vidas, sus hogares y sus familias, y por más que se esfuerzan en oración, ayuno, ritos, obediencia a hombres, nada cambia ni mejora en sus vidas, el enemigo ha levantado un ataque frontal contra las familias de la tierra y los descendientes, pero hoy es el día en el cual nos levantamos en el nombre de Jesús.
Lo que estamos viviendo en nuestra vida, hogar, familia y descendencia es el resultado de la contaminación que hemos introducido en nuestra tierra y ésta es la raíz de todo lo que estamos viviendo hoy. Dios pretende rectificar y enderezar todo lo que está torcido y desordenado, Él siempre tiene un plan de redención, restauración y restitución; Cristo ha comprado nuestra completa redención a precio de sangre, Él fue llevado al madero y allí llevó nuestro pecado, nuestra maldad y nuestra iniquidad.
Miremos en la Palabra como la tierra se contamina a causa de la inmundicia que el hombre introduce en ella, como Dios le habla a la tierra cuando la contaminamos y las consecuencias que trae una tierra contaminada:
  1. Génesis 3:17-18: “… Maldita será la tierra por tu causa…” y le manda a la tierra de Adán y Eva a producir “Espinos y cardos”. La tierra que Dios te ha dado cierra su boca para no dar provisión.
  2. Génesis 4:10: “… la voz de la sangre de tu hermano clama a mi desde la tierra…”. La tierra le habla a Dios.
  3. Génesis 4:11-14: “… maldito seas tu de la tierra…, cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza;… y seré errante y extranjero en la tierra”. Si tu contaminas tu tierra entonces la tierra te maldice, la tierra se coloca en contra nuestra, se convierte en nuestro enemigo y por esta razón andamos sin tierra, errantes, Dios te llamó a gobernar un territorio, pero ese territorio está contaminado y no podrás establecer el Reino de los Cielos en tu tierra porque tu tierra se convirtió en tu enemigo. Génesis 4:16: “… y habitó en tierra de Nod”. Nod, en hebreo, significa «vagabundo, exiliado o fugitivo”. Levítico 18:24-25: Toda nuestra tierra fue contaminada por las abominaciones y esto ha causado que nuestra tierra quede asolada, el pecado nos ha robado la paz, la sanidad, la prosperidad, las bendiciones.
  4. Génesis 6:6-7: “… Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado… “. Somos raídos de la tierra.
  5. Génesis 18:20-21:”… Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo…”.
Si anhelamos bendición debemos romper la maldición, por lo tanto:
  • Es el momento de hacer un alto en el camino y tomar acciones que nos lleven al arrepentimiento y la conversión. Hechos 3:19-21.
  • Para que venga la bendición es necesario romper la maldición, y esta se rompe en la cruz del calvario Gálatas 3:13: “Cristo nos redimió…”, nosotros hemos sido justificados por la fe en Cristo, por su obra redentora en el madero. Dios proveyó la cruz, no como un amuleto o un ritual, sino un instrumento para romper toda la maldición y estar en paz con el cielo y con la tierra.
  • El Señor ha prometido bendecirnos y restaurar vidas, hogares y descendencias. Malaquías 4:6, Joel 2:18-27. 
¿Que tenemos que hacer? Romanos 8:19-23: Hoy se levanta un pueblo, familias sacerdotales tal y como el Señor lo declaró desde el comienzo: Éxodo 19:6.
  1. 2 Crónicas 7:14.
  2. Reconocer y confesar: Daniel 9:16-19. 
  3. Arrepentimiento de padres a hijos, hijos a padres, y entre los cónyuges rompiendo palabras de maldición. Ministración de los padres a los hijos y del esposo a la esposa y la esposa al esposo.
  4. Números 6:22-27 – La bendición sacerdotal : “Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.”.