Saltar al contenido
Portada » Charlas ETP » Arrepentíos y Convertíos: Tu, tu hogar y tu descendencia

Arrepentíos y Convertíos: Tu, tu hogar y tu descendencia

La palabra “arrepentimiento” significa “un cambio en nuestra manera de vivir y esto hace que vengan cambios en nuestra manera de pensar y de actuar”, el arrepentimiento implica darnos cuenta que, nuestras acciones pasadas fueron pecaminosas ya que quebrantan las leyes y y los mandamientos de Dios.

Antes que Jesús comenzara su ministerio en la tierra Juan el Bautista comenzó a predicar: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”, Juan habló de un reino, no habló de religión, es más, a los fariseos y saduceos les decía “Generación de víboras”, ustedes están aquí porque creen que el rito del bautismo los va a salvar de la ira venidera. Muchas veces hemos pensado que los rituales, las tradiciones y los métodos humanos nos van a llevar a la salvación, estamos equivocados, el arrepentimiento genuino debe dar fruto, porque “el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no de buen fruto es cortado y echado al fuego.”.

Show Notes

La palabra “arrepentimiento” significa “un cambio en nuestra manera de vivir y esto hace que vengan cambios en nuestra manera de pensar y de actuar”, el arrepentimiento implica darnos cuenta que, nuestras acciones pasadas fueron pecaminosas ya que quebrantan las leyes y y los mandamientos de Dios.
Antes que Jesús comenzara su ministerio en la tierra Juan el Bautista comenzó a predicar: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”, Juan habló de un reino, no habló de religión, es más, a los fariseos y saduceos les decía “Generación de víboras”, ustedes están aquí porque creen que el rito del bautismo los va a salvar de la ira venidera. Muchas veces hemos pensado que los rituales, las tradiciones y los métodos humanos nos van a llevar a la salvación, estamos equivocados, el arrepentimiento genuino debe dar fruto, porque “el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no de buen fruto es cortado y echado al fuego.”. 
Juan el bautista abrió el camino al Reino de los Cielos y Jesus abrió el camino al Padre, un camino pedregoso que nos lleva a una “puerta estrecha” que, para poder entrar por ella debemos despojarnos de una cantidad de vestidos que llevamos encima y que no nos permite entrar, lo dijo Jesús en el libro de Mateo 7:13-14 “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hayan”.
Ahora bien, hablé de despojarnos de vestidos que llevamos encima y que no nos permite “caminar” por el camino que lleva a la vida, no nos permite “entrar” por la puerta estrecha; esos vestidos son los principios y fundamentos que estamos aplicando en nuestro diario vivir, muchos de ellos son extraídos del “reino de este mundo, del reino de las tinieblas y de nuestro propio reino”, que no nos llevan a la vida, sino por el contrario traen muerte.
Entonces si queremos entrar en el Reino de los Cielos tenemos que salir del reino donde estamos viviendo, Jesús lo dijo en el libro de Juan 17:16 “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”, Juan 18:36 “Mi reino no es de este mundo…”. Cuando hablo de salir del reino de donde estamos viviendo significa dejar de “practicar” los principios y fundamentos del mundo y comenzar a aplicar los principios y fundamentos que desde el comienzo El Señor nos entregó a través de Su palabra, eso es el verdadero arrepentimiento.
Ahora bien, el “Reino de los Cielos” tiene “principios y fundamentos” que debemos aplicar y tiene “leyes” que debemos cumplir están plasmados en Su Palabra desde el comienzo en Génesis hasta el final en Apocalipsis, voy a colocar algunos ejemplos para que aprendamos a vivir una nueva vida en Cristo:
Existen dos tipos de leyes : Las naturales y la espirituales.
Las leyes naturales se cumplen para todos: Por ejemplo la ley de la procreación, ya sea en el reino animal o en el de los hombres, cualquier macho que pueda procrear y se junte con una hembra, tendrá una cría, el sol sale para todos (buenos y malos), la lluvia cae sobre todos (justos e injustos), si arrojas un objeto al aire este finalmente caerá, atraído por el centro gravitacional de la Tierra. Son leyes que los hombres no pueden modificar o anular por si mismos.
En el ámbito espiritual también hay leyes irrefutables, que no van a cambiar ni para creyentes, ni para inconversos. Las principales leyes espirituales están los 10 mandamientos: Éxodo 20 3-17.
Jesús declaró los principios y fundamentos del reino de los cielos cuando pronunció cada palabra, cada ejemplo con su propia vida, cada parábola que dejó escrito en los evangelios y nada tiene que ver con religión, tiene que ver con una nueva forma y manera de vivir.