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Arranca La Herrumbre de tu vida, tu hogar y tu descendencia

Cuando nosotros llegamos a los pies de Cristo nos convertimos como en una vasija, Dios a través de su santo espíritu quiere depositar en nosotros lo mejor: dones, unción el fruto de Su Espíritu, pero si a través de nuestros sentidos dejamos entrar basura o si continuamos con pensamientos, comportamientos y actitudes de iniquidad, maldad y pecado, o si permitimos que se adhieran a nuestra vasija todo lo que nuestros ascendientes han derramado en nuestra vida, vamos a seguir contaminando nuestro corazón, mas todo lo que han derramado en nuestro corazón ha producido una costra llena de óxido, moho, roña y herrumbre…

Nosotros somos una vasija y nuestra herrumbre es todo lo que se le ha pegado a nuestra vida, que ya forma parte de ella, todo lo que hemos vivido desde el momento mismo de ser engendrados. Nuestra alma es esa vasija y hoy tenemos que detenernos y mirar, observar que hay en ella para poder tomar la decisión de ir delante del Señor para que el coloque agua hirviendo y arranque toda la costra que se ha formado en ella.

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Ezequiel 24:6. Herrumbre: orín, moho, óxido, pátina, robín, verdín, cardenillo, roña
Cuando nosotros llegamos a los pies de Cristo nos convertimos como en una vasija, Dios a través de su santo espíritu quiere depositar en nosotros lo mejor:  dones, unción el fruto de Su Espíritu, pero si a través de nuestros sentidos dejamos entrar basura o si continuamos con pensamientos, comportamientos y actitudes de iniquidad, maldad y pecado, o si permitimos que se adhieran a nuestra vasija todo lo que nuestros ascendientes han derramado en nuestra vida, vamos a seguir contaminando nuestro corazón, mas todo lo que han derramado en nuestro corazón ha producido una costra llena de óxido, moho, roña y herrumbre…
Nosotros somos una vasija y nuestra herrumbre es todo lo que se le ha pegado a nuestra vida, que ya forma parte de ella, todo lo que hemos vivido desde el momento mismo de ser engendrados. Nuestra alma es esa vasija y hoy tenemos que detenernos y mirar, observar que hay en ella para poder tomar la decisión de ir delante del Señor para que el coloque agua hirviendo y arranque toda la costra que se ha formado en ella.
En el libro de Ezequiel 24 Dios le dice a Ezequiel que hable por medio de una parábola a la casa rebelde, llamó a Su pueblo casa rebelde por todas las maldades e iniquidades que habían cometido, la idolatría, la violencia y la maledicencia ocupaban el primer lugar en los corazones del pueblo de Dios, Coloca una olla en el fuego y por más que coloques en ella carne, “buenas piezas, pierna y espalda, huesos escogidos, oveja escogida…”, todo lo que eches se contaminará porque la olla está llena de herrumbre, moho, orín, óxido… 
Lo interesante de todo esto es que Dios no desecho a la olla, lo que hizo fue pasarla por fuego para limpiarla. Verso 11 “Asentando después la olla vacía sobre sus brasas, para que se caldee, y se queme su fondo, y se funda en ella su suciedad, y se consuma su herrumbre.”, para él sería mucho más fácil deshacerse de nosotros pero prefiere limpiarnos. Hoy el señor te dice: “Para que vengan cosas nuevas para tu vida, tu hogar y tu descendencia, tienes que dejar ir lo viejo, tienes que permitir que Dios limpie la herrumbre que se ha pegado a tu olla, a tu vasija, a tu casa, a tu hogar y a tu descendencia.
Él lo declaró en el libro de Mateo 9:16; pero nosotros queremos estar llenos de remiendos, este es el evangelio del mundo que el cristiano de hoy está practicando: queremos remendarlo todo, queremos “colocar pañitos de agua tibia” y creemos que vamos a darle solución a nuestros problemas, remendando nuestras vidas, remendando hogares, remendando familias y remendando descendencias y te digo algo, por más remiendo que quieras colocar “todo lo viejo que está en tu vida, tu hogar y tu descendencia va a echar a perder todo lo nuevo que Dios quiere derramar en este tiempo; Él quiere quitar la maldición para que venga la bendición, quiere arrancar la ruina para que venga la prosperidad, quiere desprender la enfermedad para que venga sanidad.
Muchas veces nos apegamos a cosas que creemos que son “tesoros” y muchos de esos tesoros están destruyendo nuestra vida, nuestro hogar y nuestra descendencia, estamos pegados a:
  • Conductas destructivas.
  • Personas que están deteniendo la bendición.
  • Tendencias y acciones que están deteniendo todo lo nuevo que Dios quiere traer a nuestras vidas, hogar y descendencia.
  • Amarguras y raíces de amargura que están absorbiendo la vida de Dios en nuestros corazones, produciendo rencor, odio, enojo, ira, contiendas, resentimiento y estamos contaminando todo lo que hay a nuestro alrededor debido a que no hemos arrancado el espíritu de rechazo, no hemos desechado las injusticias que recibimos a través de la infidelidad, maltratos, abusos, traiciones, deshonra, fracasos.
El ejemplo mas claro lo veo en Génesis 12, Dios le dice a Abraham que tiene que dejar su tierra y su parentela para entregarle una promesa que va a bendecir a miles y miles de descendientes incluyéndote a ti y a mi, y esto nos ocurre a nosotros, nos plantamos en nuestro pasado que a pesar que producen destrucción, maldición y dolor y que sabemos que va a afectar nuestras generaciones futuras, peleamos con Dios porque no las queremos dejar ir.
Aprendamos de las escrituras, miremos Génesis 16, dice la Palabra que Saraí mujer de Abraham no le daba hijos y tenían una sierva llamada Agar y Saraí le dio la sierva Agar a Abraham para que tuviera un hijo con ella… “El hombre siempre piensa al contrario de lo que piensa Dios”, Saraí pensó que la descendencia de ella vendría por la esclava y Dios le había dado la promesa a través de Sara a pesar de las circunstancias (era estéril), Génesis 12:2-3.
Al final de todo vino el dolor, la afrenta y para que esto se desarraigara de la vida de Abraham y Sara tuvieron que “dejar ir” a Agar y a su hijo Ismael y de esta manera se pudiera cumplir la Palabra que Dios había prometido… Si quieres que venga algo nuevo para ti, deja ir lo viejo. Génesis 16:4-6
Usemos los principios descritos en la palabra de Dios y no los sentimientos; en el libro de 2 Corintios 5:17 y esto tiene un trasfondo espiritual muy fuerte “hay cosas en tu vida que tienen que pasar de largo para que venga lo nuevo: Sus promesas, sanidad, bendición” porque lo nuevo que viene no se puede ligar con lo viejo que está en ti.
En el libro de Mateo 6:19-20 Jesús lo declaró como un principio: Muchas cosas que hay en ti, en tu hogar y en tu descendencia se han convertido en tesoros y han corrompido, han robado la paz, la salud, el bienestar, la prosperidad y han minado tu vida, tu casa, tu hogar y tu descendencia, que al pisarlas producen maldición y destrucción.
En el libro de Mateo 19:29 “Y cualquiera que haya dejado…”, ¿Cuantos quieren recibir 100 veces más y heredar la vida eterna?.